Hoy vamos a ver la ultima gran ofensiva de la guerra por parte de los alemanes, la idea era la de golpear y ponerle fin a todo, asi que vamos a ver que hicieron y como se planifico y se llevo a cabo todo.
Kaiserschlacht
Llamada también batalla del emperador o batalla de Káiser, es también llamada La gran retirada de marzo por los ingleses. Ideada por el general Erich Ludendorff, se prolongo hasta el verano de 1918 y supuso la ruptura por fin del frente de trincheras y la vuelta a los frentes dinámicos y el último gran intento de Alemania de ganar la guerra.
Para la primavera de 1918 Alemania se encontraba en una posición de lanzar una gran ofensiva, se había quitado de encima el frente oriental con el tratado de Brest-Litov, lo que daba vía libre a numerosas unidades que fueron trasladados al frente occidental, además Serbia estaba prácticamente eliminada, Rumanía estaba totalmente derrotada, y los frentes activos, solo se tenía dudas en el frente otomano, ya que Austria-Hungría había derrotado a los italianos en Caporetto y todo pintaba bien para ellos
Soldados Austriacos descansando
Se debía entonces ahora desatascar el frente de trincheras, una larga línea de 700 kilómetros desde Bélgica hasta la frontera con Suiza. Una parte de esta linea era protegida por el ejército ingles, y la parte francesa estaba aún recuperándose de los efectos de los motines de la ofensiva Neville. Pero el problema para Alemania era intentar ganar la guerra antes de que los americanos pusieran su maquinaria totalmente a caminar, ya que aún no habían entrado en combate de manera masiva. Ludendorff pensaba que hasta finales del verano no llegarían los refuerzos americanos.
La idea era romper la linea de batalla, empujar a los ingleses hacia el canal de la mancha, y una vez que estos hubieran abandonado el continente, los franceses caerían como un castillo de naipes ya que no tendría el refuerzo de los ingleses ni su ayuda material. Todo ello era necesario hacerlo cuanto antes, ya que el ejército aleman a pesar de seguir siendo un buen ejército estaba ya al borde del colapso, el cansancio hacía mella en los combatientes y la guerra estaba durando mucho. Para ello se habían trasladado a 42 divisiones desde el frente oriental e italiano, aunque se habían dejado casi un millón de hombres ocupando Ucrania, Letonia, Estonia y ayudando en la guerra civil finesa. El único problema es que muchas de estas tropas eran jóvenes y no tenían mucha experiencia. Para compensar esta falta de experiencia aparecieron los Stosstruppen, voluntarios menores de 25 años que tenían raciones dobles y eran expertos en incursiones en trincheras y en tierra de nadie, pero de ellos hablaremos en otra entrada.
Si el ejercito aleman estaba cansado no menos pasaba con el ingles, y mas sabiendo que andaban en faltos de miembros, y se vio forzado a ser reforzado por tropas francesas. Aun así el miedo a una ofensiva alemana hizo que muchos hombres disfrutaran sus permisos en la retaguardia cerca del frente, para poder acudir rápidamente en caso de necesidad. Los franceses, algo mejor equipados tras las revueltas de 1917, aun se encontraban de moral baja, aunque Petain había hecho un gran trabajo con todos ellos pero había dudas de como se comportarían en caso de ofensiva. La imagen de los franceses la retrata el ayudante de Ludendorff, el Obertleutnant Greorg Wetzel: "mejores en el ataque y mas hábiles en la defensa, pero no tan resistentes como los británicos" Petain en tal caso había puesto a sus mejores comandantes al frente para que no colapsara el frente.
La ofensiva se dividió en varias operaciones, la primera fue la operación Michael. El ejército aleman se dividió en esta ocasión en tres ejércitos en un espacio de 74 kilómetros, desde Arras hasta La Fére. El ejército mas al norte seria el XVII dirigido por el General der Infanterie Fritz von Below, que tenia 18 divisiones y 2236 piezas de artillería, mas al sur el XVIII de von Hutier, con 27 divisiones y 2448 piezas y entre ambas para proteger los flancos de ambos ejércitos el II del General der Kavallerie Georg von Marwitz con 20 divisiones y 1789 piezas. La idea es que el ejercito XVII ataque hacia el noroeste, el II proteja flancos atacando hacia el oeste y el XVIII vaya virando hacia el sur cuando se vaya adentrando en las lineas del enemigo en el oeste, y que evitaría que los franceses ayuden a los ingleses.
La potencia de fuego alemana estaba dirigida por el Oberst Georg Bruchmüller, también apodados el Durchbruchmüller, el rompedor de frentes. Su buen trabajo en la preparación de la batalla permitió que los británicos pocas veces tuvieran claro donde estaba la artillería enemiga. A las 4 de la mañana del dia 21, se disparo artillería en un ancho de 68 kilómetros y lanzando hasta 1.160.000 proyectiles. Se calcula que cada pieza de artillería disparo desde 200 hasta 600 proyectiles. Durante 5 horas el preciso bombardeo aleman sorprendió a los británicos e y les causo enormes bajas. El ruido del mayor bombardeo de la historia se oyó en Londres. un soldado escribía que: "El gigantesco rugido de aniquilación de los incontables cañones situados detrás nuestro fue tan descomunal que, comparado con el, todas las batallas anteriores parecieron un juego de niños. No pudimos permanecer en los refugios. Salimos y nos colocamos encima para observar asombrados el muro de fuego que caía sobre las líneas inglesas y las oscilantes nubes rojo sangre que colgaban de ellas".
En este ataque hubo una novedad, el primer asalto de la infantería se hizo con el bombardeo aun en marcha, a las 06:15 se conquista La Fere. Todo estaba yendo bien, ademas una vez acabado el bombardeo, entraron en acción los Stosstrupen con sus novedosas tácticas de infiltración, y además, la densa niebla de esa mañana ayudo a que los gases de los proyectiles no se disiparan tan rápidamente. Para los estándares de la guerra, el éxito del avance aleman era mas que evidente, abrumador viendo lo que había pasado anteriormente, pero al alto mando alemán no le gustaba o que veía, y eso era porque la segunda linea de trincheras no se había logrado tomar tan fácilmente, donde se hizo, porque hubo sitios que si pudieron tomarlos, la niebla no había ayudado a coordinar los ataques, y muchos asaltos fueron parados por el fuego de ametralladora ingles. No obstante se podía decir que el balance era positivo, no tanto como esperaban, pero lo era.
Pero los ingleses estaban aterrorizados, el avance alemán se había llevado a cabo con muchas bajas por los ingleses, y la primera linea de defensa era la mas poblada y la que cayó mas fácilmente gracias a la artillería alemana, y la niebla a ellos les afecto para poder ver el ataque y coordinar la defensa y saber por donde estaban teniendo dificultades, lo que incremento las bajas al estar en los puntos defensivos y no en las trincheras, lo que facilito la localización de tropas y su ataque. Una cuarta parte de los batallones fueron aniquilados y las perdidas materiales fueron cuantiosas, ademas el no ser capaces de mandar refuerzos no ayudo nada en la moral de los ingleses.
Pero para los alemanes no pintaba la cosa en el futuro, estaban muriendo de su propio éxito, y es que Haig había dejado en la retaguardia a las tropas de refresco en previsión de proteger los puertos del canal, por lo que muchos soldados estaban apostados detrás de la linea británica, y ademas se confiaba en el refuerzo francés, que acudiría en ayuda de los ingleses, pero Petain no lo hizo, lo que provoco una pequeña crisis de confianza entre el y Haig, ademas los alemanes, con su ejercito XVIII que era el que mas penetro en el terreno enemigo era un ejercito de apoyo, y eso fue lo que hizo que Petain pensara que el ataque aleman era una finta y que no había que ayudar a los ingleses. Se presento entonces un problema a Ludendorff, seguir el plan inicial a pesar de no conseguir los resultados iniciales o apostar por la sorpresa que había provocado el ejercito XVIII. Hindemburg anotaría en su diario sobre esta cuestión que "una operación sin su punto focal es como un hombre sin carácter". Pero lo que hicieron los alemanes fue reforzar el éxito del primer dia, favoreciendo la victoria táctica que les podía dar el ejército XVIII frente a la victoria operacional, por lo que cambio el eje de la ofensiva, y asi aunque se abría mayor brecha entre los ejércitos francés e ingles, pero se le daba mayor terreno operacional para defenderse.
Los ingleses no obstante empezaron a retirarse hacia el norte, y el general Haig pidió una reunión entre los aliados, donde se llego a la conclusión, pese a las reticencias de Petain y Haig de quedar subordinados a un mando superior, que no gustaba a ambos, ya que decían que se les retiraba la independencia de sus ejércitos,se nombro a Ferdinad Foch como el comandante supremo de los ejércitos aliados. Haig y Petain coincidían en este punto, pero durante los días 21, 22 y 23 de marzo sus relaciones se deterioraron, la negativa de Petain de ayudar a Haig como comentamos, provocan discusiones entre ambos. Se eligió a Foch porque mantenía buenas relaciones con los ingleses y Petain. El 25 de marzo se hace oficial su nombramiento, y el 26 se organizo una conferencia interaliada en Doullens, donde el ministro guerra ingles, Lord Milner, y el presidente Clemenceau y su ministro Poincaré, aceptan a Foch como comandante, a los ingleses no les quedaba otra ya que necesitaban los refuerzos franceses. El propio Clemenceau redacto la orden de nombramiento de Foch: "El general Foch ha recibido el encargo de los gobiernos británico y francés de coordinar la actuación de os ejércitos aliados en el frente del oeste. Para ello se concertará con los generales comandantes en jefe, a los que se invita a suministrarle toda la información necesaria" y este su primera medida fue la de ordenar a Petain acudir en ayuda de Haig diriguiendose al norte para cortar el avance aleman entre lineas, incluso rescatara al X Ejército del frente italiano para reforzar las defensas.
El 28 de marzo se mando por parte alemana al XVII ejército que atacara Arras, el ataque fracasó, pero la orden de ataque en el sur del ejército XVIII provoca un caos logístico por las prisas, y provoca que se tenga que ir hacia Amiens, pero se encuentra en su camino con los franceses, que estaban llegando a la región para ayudar a los ingleses, por lo que no lograron avanzar tan rápido como lo estaban haciendo, lo que provoca que con el tiempo los ingleses vieran lo cerca que estuvieron del fracaso si los alemanes hubieran llegado a la ciudad francesa. Los alemanes se dieron cuenta que se perdía fuelle en la ofensiva, y el 5 de abril Ludendorff da la orden de detenerse. Los resultados es que los alemanes habían capturado una enorme porción de tierra, mas de 3100 Km2. Los ingleses en el Somme solo consiguieron 310. Pero por otro lado las bajas alemanas habían sido altas, 239800 frente a las 24739 de los aliados, para Alemania era duro, ya que no podía permitirse el lujo de perder hombres.
La operación Michael había fracasado pero es fácil a toro pasado saber porque, pero fueron muchos factores los que influyeron en esta primera iniciativa de los alemanes, la primera es la falta de coordinación entre los mandos alemanes, el cambio de dirección decretado por Ludendorff, donde se cambia de uno de los objetivos secundarios como era la toma de Amiens a que sea el objetivo principal no ayuda a que se desarrolle exitosamente la operación y mas si se hace durante el desarrollo de la ofensiva. Lamentablemente para los alemanes, lo peor de todo es la perdida de hombres, aunque la ofensiva es un éxito operacional, tácticamente no consiguió ninguno de sus objetivos.
Después de la operación Michael, Hindemburg escribía que: "la gran batalla de Francia ha terminado". Ludendorff no era tan pesimista por supuesto. Su visión era aun optimista y creía en la victoria: "¿qué era lo que nos daba derecho a esperar una o varias victorias decisivas, cuando a nuestros adversarios se les habían negado hasta ahora esas victorias? La contestación es fácil pero explicarlo es difícil. Se condensa en la palabra "confianza" [...] Era la confianza con que el jefe envía a sus tropas al fuego enemigo, convencido de que serán capaces de soporta lo más penoso y de realizar lo que más imposible parezca". Con estas ideas se planea la operación Georgette, que se desarrollaría entre el 9 y el 29 de abril.
Esta operación se basa en el convencimiento que Flandes era el punto débil de los aliados, según pensaba el alto mando alemán, el OHL, el sur del saliente de Ypres era el sitio ideal, los ingleses tendrían poco margen de maniobra, siempre y cuando no pudieran asegurar la hondonada del río Lys. Se cree también que el suelo ya se habría endurecido y se podría avanzar sin problemas del barro. Esta batalla, que sera conocida por los franceses como la Batalla del río Lys, es también conocida por los portugueses como su mayor desastre en la contienda. La idea alemana era sencilla, avanzar por el curso del río, tomar el pueblo de Hazebrouck y desde allí avanzar hacia Amberes y Calais provocando el derrumbe ingles.
El ataque seria coordinado por el Kronprinz de Baviera, el General Feldmarschall Ruperto. El primer día dispuso que el VI Ejército con sus 18 divisiones atacaran un frente de 27 kilómetros. Cuatro de estas divisiones se toparon con el sector portugués que estaba estacionado entre los pueblos de Givenchy y Fromelles. Los alemanes avanzaron a un buen ritmo, y para el dia siguiente, se lograron hacer con un frente de 17 kilómetros mas, y lograron tener la esperanza de llegar a la costa, ya que desde el monte Kemmel, de 158 metros de altura (toda una muralla en la zona) se podía ver Dunkerque. Este monte era fundamental, se movieron un total de 2210 cañones y unas 72 escuadrones de aviación para apoyar los ataques de la infantería. El ejército británico en la zona era débil, pero se había visto sorprendido y los portugueses tanto de lo mismo. El ataque aleman que había sido parado en la zona izquierda del campo de batalla, por la 55ª división es la que hace que el comandante supremo Foch no atienda a las demandas de Haig de refuerzos pensando que eran ataques para diversificar hombres y que lo mas duro aún estaba por llegar.
Razón no le faltaba a Foch, ya que siente divisiones llegaran a las lineas alemanas, pero aun así, el día 9 de abril las tropas alemanas ya se encontraban paradas, en lo que Ludendorff definía como situación poco satisfactoria. El 12 de abril Haig emitiría su orden a los soldados británicos en la que decia que "cada posición debe ser defendida hasta el último hombre, no puede haber retirada". Ese mismo día Foch concede los refuerzos deseados por Haig, serían los del II Cuerpo de Caballería. Este cuerpo llegaría a situarse entre los ejércitos aleman e ingles, provocando que la lucha pasara a ser cuerpo a cuerpo en muchísimos sectores. Hindemburg destacaba que se llegaba a un punto en el que la defensa era tan férrea como la dureza del ataque. El avance se detuvo, y el 29 de abril se dio la orden de parar las ofensivas. Si bien los alemanes habían debilitado a los ingleses, no habían logrado todos los objetivos, y tuvieron 86000 bajas frente a las 112040 de los aliados pero no justifican el quedarse una vez mas a las puertas de sus objetivos, y lo que es peor, la moral empezaba a bajar.
Sin embargo el alto mando alemán no dudo en preparar otra ofensiva, esta seria la Blücher-York, llevada a cabo durante los días del 27 de mayo al 6 de junio. Esta vez los franceses serían los que sufrirían el ataque y el frente de batalla seria desde el río Aisne, y al norte del Chemin des dames y un frente de 20 kilómetros del río Vesle. Se quería sacar a los franceses de Bélgica y dejar asi solos a los ingleses. Para los franceses se conoce como la tercera batalla del río Aisne.
El plan alemán estableció que el primer y séptimo ejército comandados por los generales Otto von Below y Hans von Below respectivamente atacarían la linea de frente que les llevaría a Soissons y Reims, luego prolongarían los ataques hasta Reims y el tercer paso seri girar hacia Compiégne. A pesar de contar con unas 42 divisiones y unos 5263 cañones y 1233 morteros, el ataque según Hindembrug presenta un problema, el terreno no era favorable para una ofensiva., este debía realizarse ascendiendo por la pendiente del Chemin des Dames, y debia hacerse de manera rápida y por sorpresa. Los aliados tenían sobre el terreno al VI Ejército francés con la retaguardia cubierta por el IX Ejército británico que con 1422 cañones cubrían un área de 75 kilómetros. El problema de los aliados no era el numero de combatientes, sino que el general francés al mando, Duchêne, no había previsto la posibilidad de hacer una defensa en profundidad, es decir, fingir retirada y atacar con los refuerzos de la reserva.
El ataque alemán comenzó con el protocolario bombardeo, el Feuerwalze como lo llamaban, a la 1 de la mañana el día 27 de mayo. A las 3:40 se iniciaron los asaltos, el factor sorpresa de la noche, mezclado por la niebla, permitió un avance de 20 kilómetros. Los exitos estaban siendo mejores que en la primera operación Michael. Pero el calculo de Ludendorff y Hindemburg se vieron superados, su previsión es que llegarían hasta la línea del río Aaisne-Verle, y al llegar cómodamente hasta esta línea, decidieron seguir adelante, y el avance fue de 60 kilómetros, los alemanes estaban mas lejos de lo que habían esperado y altamente sorprendidos. Este avance inesperado hizo adivinar a Foch los objetivos alemanes, se negó mandar refuerzos a Flandes, y aguanto la situación cuando el 29 de mayo los germanos aparecían a orillas del río Marne, y el 3 de junio estaban a 90 kilómetros de París. El pánico cundía y en Londres se discutía en retirar el ejercito de suelo europeo, y un millón de personas abandonaban París.
Pero los alemanes volvían a morir de éxito, se extendieron las líneas demasiado, la artillería no apoyaba la línea de ataque como debería y las comunicaciones ya no eran tan fluidas. El rápido avance también pasó facturas a las tropas, que estaban cansadas, además esta extensión de líneas hace que los soldados acaben perdiendo tiempo valioso saqueando los depósitos de reservas de los franceses para alimentarse, y unido a la llegada de de tropas francesas de Flandes y tropas americanas empezaron a frenar la maquinaria alemana. El 2 de junio, se produce la batalla de Bois Belleau, donde se detuvo a los germanos. Hindemburg se lamentaría diciendo que no tenían tropas suficientes para aplastar esta resistencia que dieron los americanos, y que fue debido a que seguian pensando en Flandes. El avance fue parado, el botín aleman era cuantioso pero tremendamente vulnerable, ya que habían creado un saliente de 80 kilómetros que podía ser atacado por ambos lados. Los alemanes podían decir que veían Paris, pero a costa de unas 127337 bajas frente a las 105370 de los aliados.
El fracaso de la operacion Blücher-York sumió en una desesperación al OHL, el alto mando alemán entonces a sabiendas que se le acababa el tiempo ya que las tropas americanas estaban llegando mas rápido de lo esperado, decidieron diseñar la operación Gneisenau. En medio de todo esto, los americanos traían consigo la mal llamada Gripe Española, que causo entre las filas americanas unos 500.000 bajas. Aún con esto, la operación que se desarrollaría entre el 9 de junio y el 14 de junio debía ser coordinada con un ataque Austrohungaro en el frente italiano, lo que se llamo la segunda batalla del Río Piave. La idea de los alemanes era ampliar el saliente creado en la anterior ofensiva, y el encargado de ello sería el general Von Hutier y su XVIII Ejército en un frente de 22 Kilómetros. Frete a el, el general francés Georges Humbert y su III Ejército. La ofensiva duro poco porque los alemanes con las prisas prepararon todo a plena luz del día, permitiendo a los aliados ver sus intenciones, asi Foch envió refuerzos desde Flandes así como americanos.
El dia 9 el bombardeo aleman se vio contraprogramado por el francés por lo que fue poco efectivo, aun asi, los alemanes dispararon todo su arsenal previsto. y aunque sabian de los ataques alemanes, los franceses no pudieron evitar un avance de 10 kilómetros, el día 11 el contraataque francés sorprendió a los alemanes, y Ludendorff decide detener la ofensiva. Los franceses harían lo mismo el dia 15. Las bajas alemanas seria de 25000 hombres frente a los 35000 aliados, pero sería la primera vez que una ofensiva con mejores medios sería detenida por la inteligencia contraria. Para el general Hart, este fracaso es lo que marca que Alemania no gane ya la guerra.
Después de este fracaso, los alemanes plantearon dos opciones, o replegarse o atacar. Ludendorff pensaba que por cuestiones morales y psicológicas no podía ordenar una retirada, por lo que opto por planear la siguiente ofensiva, la operación Friedensturm. La idea era atacar la zona de Servon y Château-Thierry, y en medio estaba la ciudad de Reims. Hindemburg no creía mucho en esta operación pero la insistencia de Ludendorff de que la captura de Reims tenia un gran valor estratégico y que obligaria a los aliados a negociar hizo que diera el visto bueno. El plan era que el VII Ejército atacara por el oeste de Reims, y el I Ejército por el oeste, dejando en medio a Reims, y todo ello apoyado por el III Ejercito. La operación comenzó el 15 de julio a las 1:10 de la mañana, pero los franceses contraatacaron y la infantería quedo parada por la respuesta de los defensores, por lo que lo solo consiguieron fue que Reims fuera el único objetivo de la ofensiva. Sin embargo, el ataque francés, apoyado por aviación, hace que el general Boehn parara todo el dia 17 de julio a las 19:30. Hindemburg diría que "De todo lo que habíamos ansiado, es ya muy poco lo que queda en pie. La empresa parece fracasada y, con respecto al frente francés, no nos aporta ninguna ganancia. Sin Embargo, no queda descartado su aprovechamiento para nuestro ataque en el frente de Flandes. Con que, de todos los objetivos el de tener distanciadas a las fuerzas francesas de sus aliados los ingleses, ya no resultarían infructuosos estos combates". Da la sensación de que esta escribiendo el principio del fin de los alemanes.
El fracaso de esta ofensiva, que debería durar 35 días evidencia el canto de cisne de los alemanes en la guerra, aunque hubo ofensivas en Flandes, no fueron tan importantes como estas, y desde el 8 de agosto los aliados solo avanzaran, lo que se conoce como la ofensiva de los 100 días. Aunque los planes y las tropas eran buenos, se puede decir que a toro pasado, Ludendorff estaba primero hinchado de ego desde el fin del frente este, y esto no le hizo ver con claridad los problemas de las ofensivas aliadas, lo que le hace estar torpe en las respuestas. Tampoco ayudaron sus comandantes, que solo repitieron las mismas dudas que su jefe. Por su parte los aliados, a pesar de las sorpresas y los retrocesos, lograron aguantar, lo que les permitía ser ahora ellos quienes llevaran la iniciativa de la guerra. Otro acierto que tuvieron fue el de por fin, ya casi acabando la guerra, nombrar un comandante supremo que coordinara todo.
A partir de ahora estaba claro que era ya cuestión de tiempo
Os dejo como siempre las entradas anteriores
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