miércoles, 27 de febrero de 2013

London Calling

Pues si, al final desde un farewell town  como cantaban The Clash se ha respondido a la llamada que hacia Londres a un servidor, y no ha defraudado en nada la visita a la ciudad británica.

London at last

Tras un vuelo muy apacible en Easyjet desde Asturias hasta el Aeropuerto de Stansted y posterior viaje de 40 minutos en tren hasta Liverpool Street para cojer el metro hasta el hotel, en la parada de Paddington, todo ello muy bien señalado, y es que perderse en el metro londinense es muy difícil.



El primer día se dedico para ver los sitios mas emblemáticos de Londres, tras caminar por Constitution Hill hacia Buckingham Palace para posteriormente encarar The Mall hasta Trafalgar Square bajo la atenta mirada del almirante Nelson, y de ahi caminar hacia Westmister para ver el Big Ben y de allí a la Torre de Londres. De vuelta al hotel se hizo una parada para ver Picadilly Circus. 

Horatio Nelson

El segundo día, ya el primero que se pasaba completamente allí  se dedico para visitar completamente algunos de los monumentos que habíamos visto el día anterior. Tras posarnos en Waterloo, para cruzar el Tamesis por el Westmister Bridge y así ver las Parlamient Houses en todo su esplendor y al Big Ben. Justo enfrente de los parlamentos, se encuentra la Abadía de Westmister, lugar donde se coronan, casan y entierran los reyes ingleses desde 1066 y algunas de las mayores figuras de la historia inglesa. Lastima que en interior de la Abadía no se pudieran hacer fotos.

Westmister palace, con el Big Ben

Tras ver la abadia y la Parlamient Square, nos dirigimos a la Torre de Londres, donde a pesar de usar un voucher que nos dejaba la entrada en 10 libras, el sitio no es una zona que recomendaría visitar, bastante aburrido, solo cabe destacar que en ese sitio están las joyas de la corona y que también se uso como zoo antes de usar el actual emplazamiento en Regent´s Park. Menos mal que las vistas al Tower Bridge y al The Shard lo compensan, pero no mucho. Aun asi se pudo arreglar el mal sabor de boca usando la tarde para recorrer Oxford Street para hacer compras y pasear por el Soho y Chinatown

The Shard

El sábado era un día marcado en rojo, es el día del Mercadillo de Portobello Road, una calle situada en el barrio de Notthing Hill, donde sus dos kilómetros se transforman en un mercadillo donde se venden antigüedades, ropa de ocasión  se puede comer un plato de cualquier lugar del mundo, o tambien conseguir vinilos a buenos precios. Aunque un poco cultureta, es un buen ambiente el que se respira en esta calle y es una visita totalmente recomendable, incluso también un día sin mercadillo como hicimos nosotros.

Portobello Road

A la tarde se dio un paseo descubriendo la zona de Covent Graden y visitar los almacenes Harrods, donde el lujo es un imperativo, eso si, nos dejaron entrar a pesar de ir con una bolsa del Primark. Cabe decir que la parada de Covent Garden las escaleras son en caracol y bajaríamos sin exagerar como unos 15 pisos.

Haciendo amigos

El domingo tocaba hacer la visita al British Museum, tras posarnos en Russell Square, nos disponíamos a maravillarnos con las antigüedades que tienen en el museo. Y la verdad es que fascina aunque vayas preparado para ello, su colección de momias y sarcófagos y frescos egipcios, las ánforas griegas, las estatuas y arte sumerios y arameos, los frisos del Partenón (que espero que se queden allí), así como arte romano, griego y cosas celtas y europeas medievales. Tambien pudimos  disfrutar de arte africano de una exposición sobre Japón  con armadura samurai incluida. Una visita altamente recomendable, pero con tiempo para poder ver esas maravillas. Antes de reponer fuerzas se hizo una parada en Gordon´s, la vinatería mas antigua de Londres, con casi 350 años de historia, donde se pudo degustar un buen vino australiano, aunque el sitio es guapo, es carillo en lineas generales, pagas aparte de la copa, por la situación (Embakment) y la fama del lugar.

Gordon´s

La tarde del domingo se dedico a pasear por la city de Londres, en concreto una visita desde Barbican hasta Bank, viendo una de las curiosidades ocultas de la ciudad, la Iglesia de San Bartolome el Grande, una iglesia de estilo normando, de ladrillos rojos y blancos que se oculta de la vista del visitante salvo que se planifique bien la visita. Alli cerca también esta el lugar donde se ejecuto a William Wallace. También muy cerca esta la Catedral de San Pablo, lugar muy bonito y que creo que tendría menos problemas de espacio que la abadía de Westmister para ceremonias oficiales. Desde allí es muy fácil llegar a Laedhall Market, un coqueto cruce de calles que fue un importante mercado hasta principios del siglo XX, muy usado para rodar películas de época o películas como Harry Potter. Hablando por cierto de este ultimo, de vuelta al hotel, se paro en King´s Cross a ver si eramos aptos para Hogwarts, pero parece ser que tenemos que esperar al periodo de matriculación

 Pa Hogwarts

El Lunes se dedico a visitar el Museo de Historia Natural, una pasada de museo que es también una visita recomendable, sus fósiles de dinosaurios, la sala de la biodiversidad, los ejemplares de toda clase de animales disecados, hacen de este museo un punto referente. También cerca de este museo esta el Albert Royal Hall y el Albert Memorial. Tambien es zona de embajadas, como la francesa, la jamaicana o la colombiana, así como sede del Imperial College. Vamos, zona de gente "pobre"

Sala de la Biodiversidad

Se aprovecho para hacer una parada en Portobello Road para ver la calle en un día normal, y si el barrio y la calle son una pasada, en su estado natural aun mas, es un lugar que enamora. Tras visitar otro de esos sitios ocultos de la ciudad, como es Saint Dunstan in the East, una iglesia que fue destruida en 1941 durante la batalla de Inglaterra, y nunca fue reconstruida por falta de dinero. Hoy en día  asaltada por maleza, es un parque que es un oasis en la ajetreada vida de la city, y no es extraño con el buen tiempo ejecutivos comiendo en sus alrededores aprovechando el sol.

Saint Dunstan in the East

Y aunque habia que volver pronto para hacer la maleta para regresar, no podiamos dejar de lado la visita al 221b de Baker Street

221b Baker Street

Hay que decir que no todo es de color de rosa en esta crónica  Londres es una ciudad cara, y con horarios poco adaptados a los turistas, como mucho a la comida, pero no para cenas o salir a tomar algo. También hay que decir que la educación inglesa es un mito, hacer una foto es difícil  se te cruzan por el medio, no esperan, no piden perdón cuando te golpean, no te dejan pasar para salir del vagón del metro la mayoría de las veces. Aun así  no tuvimos conflicto con nadie, que se agradece jaja. No obstante la ciudad da una sensación de seguridad y limpieza increíble, lo cual es muy bueno cuando viven 10 millones de personas. Lastima que por cuestiones climatologías no pudiéramos montar en el Millenium Eye

Tower Bridge

Espero volver pronto a Londres, aunque ahora cada vez que mire hacia arriba cuando este al ordenador, me acordare de estos buenos días gracias al trocito de tierra british que me traje


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