La Guerra Polaco sovietica
El milagro
El impulso ruso de
Julio parecía que iba perdiendo ahora fuerza, mientras había arrasado durante
un mes en todos los frentes que tenia con Polonia, al comienzo de agosto todo
parecía ralentizarse. Buddiony que se había propuesto liberar Galitzia de los burgueses
polacos se encontraba parado en su esfuerzo por las defensas polacas. Una de
las causas del parón se debía a las largas líneas logísticas del Ejercito Rojo.
Para el 1 de agosto se calcula que la cifra de personas en el ejército era de 1
millón. Pero de ellos, solo los 355.000 destinados a Galitzia y los 402.000
eran considerados boyets, es decir,
hombres para luchar, el resto, eran yedoki
o bocas, es decir, intendencia y de ellos dependían todo. El problema era
atravesar toda la llanura rusa hasta Polonia en tiempo para llevar los
suministros y comida, y esta no estaba llegando a tiempo siempre.
Pero tampoco iba bien
en la faceta política, el Polrevkom estaba fracasando, y es que estaba teniendo
mucha resistencia por parte de la población civil para asentarse. Lenin llego a
telegrafiar que si hacia falta se destruyera propiedades de manera agresiva y
que debían hacer más caso a Dzierzynski, el cual no convenció a sus compañeros
para que hicieran caso a Lenin. La oposición a la colectivización de la tierra
preocupaba a Dzierzynski, el cual quería abordarla una vez estuvieran ya
Varsovia instalados
¡Campesino! El terrateniente polaco te quiere esclavizar. ¡Eso nunca ocurrirá!
Sin embargo no todo
eran malas noticias para los rusos, el propio Dzierzynski escribiría a Lenin
sobre la situación a sus ojos de la situación antes del salto definitivo a la
toma de Varsovia, el punto que según los rusos haría ya terminar la guerra:
“Los agricultores están alejados de la guerra y se
resisten a la movilización. Las masas trabajadoras de Varsovia están esperando
la llegada del Ejército Rojo, debido a la falta de liderazgo y el reino de
terror no están actuando activamente. El partido Socialista esta llevando a
cabo agitaciones para la defensa de Varsovia. Hombres y mujeres están siendo
reclutados por millares para trabajar en las defensas. Se está usando alambre
de espino y hay rumores de barricadas en las calles. Para aumentar el
temperamento guerrero de la población, los polacos han lanzado una avalancha de
llamamientos, en los que dicen que de un poderoso golpe será suficiente para
repeler al cansados y debilitado Ejército Rojo. Se han formado brigadas de
choque por mujeres. Los voluntarios, son principalmente los hijos mimados de la
burguesía y la inteligencia, se están comportando desesperadamente.
En general, en los círculos gobernantes hay un
ambiente de depresión. Los artículos e los periódicos sobre el comportamiento
de la Entente están llenos de ironía y reproche. Todos los cardenales,
arzobispos y obispos polacos han pedido ayuda al episcopado del mundo entero,
describiéndonos como anticristo”.
Tukhachevsky estaba
muy contento sobre la marcha de sus planes, ya que todo estaba yendo tal cual
planeo. A pesar de todo, tenía sus dudas en cuanto a un elemento que no estaba
del todo completo en su hoja de ruta, y es que el ejercito polaco en la línea
de defensa entre los ríos Bug y Bezarina no fue destruido. Su plan se podía ver
frenado porque si todo hubiera ocurrido tal cual planeo, ahora disfrutaría de
una superioridad numérica que no gozaba al principio de la campaña. A pesar de
todo, aun contaba con una ventaja material tanto de terreno como de moral, ya
que la de los polacos estaba por los suelos.
La situacion en agosto de 1920
Tukhachevsky que movía
sus ejércitos hacia Varsovia, se disponía a atacar por el norte la ciudad, el
único problema es que estaba forzando a sus hombres, con marchas a veces de
hasta 25 kilómetros diarios. La idea seria tomar la fortaleza de Modlin al
norte de la ciudad con el XV ejército y con el III y el XIV atacar la ciudad
por la parte este, tomando el actual distrito de Praga. El IV ejercito estaría
en el norte y de necesitarlo podría atacar por el norte o rodear la ciudad de
necesitarlo.
Lo mas curioso en este
plan de batalla es que cuando se acercaban a la ciudad, en la batalla de Chłem
en el cadáver de un oficial polaco muerto encontraron el plan de Pilduski para
evitar el ataque ruso, pero Tukhachevsky pensó que era demasiado bueno para ser
verdad, por lo que decidió seguir con su avance planeado sin ningún cambio. En
este plan, Piłduski tenia en cuenta todos los ejércitos menos el IV, lo que
hizo pensar sobre una treta al comandante ruso. Se encontraba también ahora Tukhachevsky
con el miedo de que Piłsudki pudiera organizar una buena defensa de la ciudad
de Varsovia tal como escribiría en sus notas, ya que lo veía como un comandante
que gran autoridad y carisma que podía levantar los ánimos de los polacos y
hacer más difícil la conquista en caso de que variaran el plan y se enteraran
los polacos. Esas fueron algunas de las razones por las que no dio crédito a
los planes encontrados que eran los oficiales.
Por el lado polaco
todo estaba pendiente de un hilo, no solo estaban en la última línea de
defensa, pues si caía la capital, caería Polonia, sino que el dinero que tenían
para rearmarse se había acabado. Los americanos ante la petición de crédito
ponían de condición que se usara en fines civiles, los británicos y franceses
se excusaban que hasta que no hubiera un buen gobierno en Polonia no darían más
dinero. Sin embargo el general Weygand pensó que si no había dinero para
comprar, podían acudir a la fuente de las armas que estaría dispuesta a
venderlas, para ello buscaron los depósitos de armas alemanas que estaban
desmantelándose. Y la idea fue aceptada. La mayoría de los arsenales estaban
almacenados en Francia. El material adquirido era más que suficiente al menos
para parar la ofensiva sobre la capital según cálculos del alto mando polaco.
La hipocresía de la Liga de las
Naciones: “Con una mano ofrece paz a Rusia, con la otra da armas a los polacos”
Pero se presentó un
nuevo problema. Los ferroviarios alemanes impidieron la circulación de los
trenes por terreno alemán a pesar del visto bueno del gobierno alemán para
ello. La vía marítima también fue descartada por la huelga de los estibadores
de Danzing. Al final, y tras presiones, diplomáticas y la intervención de la
policía alemana y algún que otro freikorp logran que los trenes puedan avanzar.
Otro problema era el
de tener manos suficientes para portar las armas. Para ello la Rada Obrony
Panstwa llamo al reclutamiento de voluntarios:
“¡La patria os necesita! Todos los buenos hombres
capaces de portar armas son llamadas a unirse al ejército. La nación entera
debe resistir sólida, como un muro inamovible. Esta en nuestro esfuerzo hacer
que la ola de bolchevismo se rompa. Con unidad, concordia, trabajo incesante de
todos lograremos el objetivo. ¡Por la victoria! ¡A las armas!”
Cartel aparecido en las calles de Varsovia antes de la batalla: ¡Quienquiera que sea polaco, que se encargue de tu bayoneta!
Antes de la batalla de
Varsovia, el reclutamiento tuvo un gran éxito. El partido Socialista polaco
formó un batallón de trabajadores para defender la capital, el Robotniczy Pułk
Obrony Stolicy. El 4 de agosto, con la formación del comité de defensa de la
ciudad, se organizan todos los voluntarios que se presentaron. El único
problema de todos estos voluntarios, y que también tenía el ejército, es que la
disciplina era pobre. En agosto la deserción se castigaba con la muerte,
independientemente del cuerpo al que pertenecieras.
Para la defensa de la
ciudad todo se planeo durante la noche del 5 al 6 de agosto. En el palacio de
Belvedere, Pilduski recibe al general Rozwadowski, el cual haría ver al general
sobre la importancia de usar el rio Wieprz, a 25 kilómetros de Varsovia y en
vista de esto, Piłsudki decidirá dejar libre las defensas próximas al rio Bug.
A la mañana del 6 de agosto, el propio Rozwadowski firmara la orden 8358/3 con
la que se haría el despliegue de las fuerzas polacas para este momento
decisivo.
La orden del 6 de
agosto creaba 3 nuevos frentes, el norte, desde el pueblo de Pułtuck a orillas
del rio Narew hasta la localidad de Deblin a orillas del Vístula estaría a las órdenes
del General Haller, con un mando sobre 156.000. Cerca de este frente estaría el
general Sikorski con el ala izquierda preparada para poder ayudar a Varsovia si
fuera necesario. En lo correspondiente a este sector, lo que sería el área de
Varsovia, los generales Latinik y Roja, con la reserva del general Zeligowski
protegerían el perímetro de la capital.
El general Haller con su ejército azul
El sector central, con
116.000 desde Deblin hasta la localidad de Brody en Galitzia estaría bajo mando
directo de Piłsudki. Las fuerzas principales de este sector estarían dirigidas
por el general Smigły-Rydz, cubierto por sus alas por los generales Skierski en
el sector izquierdo y por la derecha por Zielinski.
La situación de tropas para la batalla
El sector sur, mucho
mas disperso que los anteriores, estaría protegido por el sexto ejército del
general Jedrzejewski, era el menos numeroso, solo 26.000 que estaba asistido
por la caballería del coronel Rommel y el ejercito ucraniano del general
Pavlenko. El objetivo de este grupo seria la defensa de Lwów y que el ejercito
ruso pudiera unirse a los que pudiera asediar Varsovia. Su mando estaría en la
ciudad de Puławy.
El plan de Piłsudki no
era malo, pero no tenia en cuanta el despliegue del IV ejército ruso cerca de
Varsovia, y es que el problema es que los primeros días de agosto tuvieron un
mal tiempo y ninguna de las fuerzas aéreas pudieron despegar para poder
reconocer el terreno, por lo que los planes de ataque de ambos ejércitos se
hicieron con los informes de la caballería y a la vieja usanza, por lo que no
sabían de este ejército. No obstante, el plan era arriesgado, pero es que los
rusos hicieron todos los movimientos tal como querían los polacos para que su
plan tuviera éxito.
Pero el mayor problema
del plan de Piłsudki era el de la organización de las tropas, no solo estaba el
factor cansancio y moral, ya que casi todas las tropas estaban cansadas de
hacer retiradas y de luchar por casi 5 semanas. Además muchas de ellas debían
cambiar su mando y trasladarse entre 150 y 300 kilómetros. El IV ejército
polaco fue el que más se movió, desde el norte hasta Puławy para quedar con el
mando directo de Piłsudki, que estaba como loco de irse del ambiente opresivo
de Varsovia, cosa curiosa porque muchos de sus soldados le veían como la figura
que les daba esperanza, sin embargo el se encontraba todos los días con quejas
y trabas por parte de los políticos.
Matar al bolchevique
Solo dos días después,
el 8 de agosto, Tukhachevsky da la orden para tomar Varsovia. Aquí empezaran un
poco los problemas para los rusos, mientras el general Kamenev le pedía cambiar
el plan de batalla porque sabía que los polacos se estaban reagrupando pero no
donde, pero su sugerencia fue desoída, y mientras, la petición de también
Kamenev de que los ejércitos sur fueran transferidos a las órdenes de
Tukhachevsky , fueron desoídas también por Stalin y Yevgorov, que estaban al
mando de ellos. Stalin argumentaría que Tukhachevsky estaba perdiendo el
sentido de la realidad y no estaba planificando bien la campaña y se estaba plegando
a las órdenes de Moscú, que no entendía la realidad de la contienda a cientos
de kilómetros de donde ocurría. Razón no le faltaría a Stalin.
El día 12 de agosto debía
ser el día que Varsovia debería ser tomada según los planes de Tukhachevsky, pero
no fue así, pero si el día que ya empezaron los combates. Y todo se libraría en
cuatro frentes, cerca de la frontera contra Prusia, los ríos Wkra y Wieprz y el
rio Vístula. Por supuesto las defensas mas elaboradas estaban en el último
sector, con líneas de trincheras que llegaban a estar a 20 kilómetros de la
capital. También eran los mejores armados, con 730 ametralladoras 192 piezas de
artillería y una compañía de tanques. Todo ello en un frente de 17 kilómetros
de longitud, lo que hacía una concentración de fuego y fuerzas totalmente
parecidas a la de las guerra de trincheras de la I Guerra Mundial
Por la tarde de ese día,
los primeros combates acontecerán en torno al pueblo de Radzymin, cuando la 21 División
del III ejercito llegara a las afueras del pueblo, aunque no será hasta el día
siguiente, el 13 de agosto cuando bajo el fuego de artillería polaco los rusos
tomen el pueblo. La retirada de los polacos en ese sector hizo creer que los
rusos estaban avanzando hacia la capital por ese camino. Haller solicito ayuda,
y se le concedió, una serie de refuerzos bastante limitados para que recuperara
el pueblo al día siguiente.
El día 13 sin embargo
no empezaría muy optimista, los cuerpos diplomáticos de Varsovia son evacuados
a Poznan. Los únicos en no abandonar la capital serán los italianos, teniendo
ordenes de no abandonar al gobierno polaco, así como el legado papal, que era
arzobispo de Lepanto, que tanto el como su cuerpo de ayudantes tenían el
pensamiento de que era su deber parar las hordas del anticristo. También se quedó
la misión interaliada que aunque manifestó su idea de quedarse, vieron como las
ruedas de sus coches fueron pinchadas. El gobierno polaco se quedó, más que
nada porque Poznan era territorio del partido de Roman Dmowski, que había sido
expulsado de la Rada Obrony Pawnsta, y se temía que pudieran atacar a los
miembros del gobierno.
El monstruo
bolchevique trae asesinatos, conflicto y destrucción a Polonia. Aquellos que
quieran asegurar la paz para la Patria, que se unan a las tropas
inmediatamente!
El sector del rio Wkra
era el que presentaba mas problemas para su defensa, al general Sikorski se le
otorgo un ejercito compuesto de retales de todo tipo, entre sus elementos
estarán desde voluntarios que no sabían ni disparar, hasta cañones de la época napoleónica.
Tenía también algunas divisiones bastantes mermadas por los combates, y la
mejor brigada que tenía, la siberiana del coronel Rumsza, equipada espléndidamente
con fusiles americanos y japoneses, estaba cansada de viajar desde ese lugar
perdido del mundo para llegar a combatir por Polonia. Sin embargo tenían la
ventaja del terreno. El rio Bug alcanzaba aquí hasta 300 metros de anchura en
unos terrenos pantanosos difíciles de vadear, además tenían el Vístula a sus
espaldas y aunque el Wkra en verano era poco más que un arroyo, su cauce era
una trinchera. Además, alrededor de Modlin había 6 fortalezas.
Sin embargo, aunque
pudieran parecer los mas débiles decidieron atacar y no esperar al enemigo, el día
14 con la brigada siberiana en punta, vadean el Vístula, y se dirigen a
Ciechanów. Aquí cargan contra las tropas rusas en la ciudad, que entran en
pánico, queman la estación de radio y dejaran atrás los códigos de encriptado y
planes de ataque rusos. El problema del ataque era que Sikorski no sabía de la existencia
del IV ejército ruso. También lograra recuperar Radzymin, con una lucha
incruenta con combates a bayoneta calada. Sin embargo al final del día, a pesar
de tener una posición de ventaja, había partes del ejército polaco en
problemas, como los hombres del general Krajowski que estaban rodeados en Płock
y los rusos habían tomado puestos claves que les hacían amenazar Modlin.
Las noticias por la
tarde del día 14 eran de caos, Haller no sabía del éxito de Sikorski, y todo
era pesimismo en la capital. Corrían rumores de que a las afueras de la ciudad
se veían ya patrullas de cosacos, lo que solo aumentaba la sensación de
descontrol. Haller y Rozwadowski mandan una serie de telegramas a Pilduski para
que entrara en acción y les ayudara. Él les contestaría que su ofensiva
empezaría en menos de 24 horas. Pilduski creía que su aparición en el campo de
batalla descolocaría a los rusos, que ahora se encontraría además en una pinza,
por lo que entrarían en pánico. Lo que no sabían los habitantes de la capital
era que miembros de la organización del POW habían colocado suministros como munición
y granadas para atrapar a los rusos en fuego cruzado en las calles de Varsovia.
Pilduski tenía planeado todo para su llegada.
La noche del 14 fue
tensa, y el día 15 es cuando se decidiría todo. Sikorski había resistido pero
se encontraba en una mala situación aunque no tan crítica como podía esperarse
porque los rusos seguían ignorando su posición. Aunque el 15 por la mañana los
rusos vuelven a tomar el pueblo Radzymin, sin embargo el avance es parado y el
pueblo es tomado de nuevo por la tarde. El avance ruso para intentar tomar
Modlin también será rechazado e incluso en ambos asaltos se usan tanques para
parar a los bolcheviques.. En la población cercana de Minsk Mazowiezki los
rusos son rechazados el día 15 de entrar en la ciudad. Esa noche fue
relativamente tranquila, no hubo ningún ataque y la inteligencia polaca no
informaba de movimientos inesperados para atacarlos.
Corría el rumor entre
las filas polacas que se había aparecido la Virgen para ayudarles, lo que si era
verdad es que la moral polaca había cambiado, cosa que notaban los rusos, en su
diario el comandante de la 27 división de rifles de Omsk, Viktov Putvna, escribía
que la moral polaca y su actitud no era la misma que la mañana, cuando estaba
por los suelos. También es verdad que había ocurrido el famoso hecho de la
muerte del cura Ignacy Skorupka. Que fue muerto cuando crucifijo en mano
dirigía una carga de polacos contra los rusos. Su muerte fue usada por la
propaganda polaca, y tuvo éxito, porque dio ánimos a los soldados. También está
la situación de la radio rusa, la obtención de las claves por la inteligencia
polaca les permitió no solo obtener información de sus movimientos sino que al
hacer emisiones siempre a las mismas horas boicoteaban las trasmisiones rusas
con audios del génesis en latín y aves maría.
Al día siguiente en
una comunicación entre Sikorski y Haller y Rozwadowski estos dos últimos le
piden que se retire. Sin embargo Sikorski les dice que no, aunque la posición
que tenía era mala y la defensa del rio Wrka era muy débil, sostenía que era lo
mejor quedarse en sus puestos, ya que si se movería, haría que los ejércitos
rusos fueran tras el para aniquilarlo. Él podía parar al ejército más cercano,
el III. Esa misma mañana Sikorski atacara a las filas rusas. Mientras, por
detrás, Modlin era atacada por los rusos, causándoles graves problemas para
defenderlo. Sin embargo los rusos estaban desesperados y lograrían hacerse con
la fortaleza pero a costa de muchas bajas.
Un poco mas al norte,
en Płonsk, los polacos intentaban defender la ciudad, con la presencia de solo
unos pocos voluntarios de Pomerania y un grupo de marineros parecía que era
cuestión de tiempo que cayeran en manos del IV ejército ruso. Sin embargo, a
pesar del aviso de ayuda de Sikorski no tenían muchas esperanzas. Cuando los
primeros ataques estaban produciéndose, la llegada del primer regimiento de
caballería ligera hizo que los rusos huyeran de la ciudad. Aun así se produjo
algún combate entre las caballerías en la plaza del mercado de la ciudad dando
lugar a una imagen bastante curiosa.
Solo el ejército lograra salvar el país
A pesar de la defensa
exitosa de Płonsk, la situación seguía siendo mala. Si los rusos se rehacían y
contraatacaban harían que tuvieran que retirarse y ello provocaría una masacre.
La ayuda debería venir de tres divisiones que aun estaban frescas, su único
problema, en palabras del primer ministro Wytos era: “muchos de estos soldados no tienen siquiera un uniforme completo, solo
una chaqueta o una camisa que no suele ser de su talla. Están no obstante todos
bien armados, y charlan animadamente y se muestran confiados en la victoria.
Solo se quejan de que no tienen calzado y que algunos han caminado desde Kiev
descalzos, y algunos solo tienen una tira de cuero como calzado. Muchos tienen
los pies en sangre y con llagas supurantes”.
Grupo de voluntarios polacos
A pesar de todas las
dificultades, la ayuda de estas tres divisiones fue decisiva, que junto con la
llegada de la 17 división de Poznan, hicieron que el ejercito ruso al final
tuviera que retirarse y así quedar ya Płonsk salvada. Tukhachevsky escribiría:
“Parecía que el destino del V Ejercito
polaco estaba sellado. Su destrucción tendría un efecto decisivo en todas las
operaciones. Pero los polacos son afortunados. Su V ejercito se salvó. Con
completa impunidad y con sus flancos amenazados por cuatro divisiones de
infantería y dos de cosacos. Y ahora atacan a nuestro XV y III Ejércitos. Es
monstruoso pensar que es lo que ha ayudado a los polacos, no solo a avanzar
entre ambos ejércitos, sino también a expulsarlos” La suerte es un factor
que influye en las batallas, y a Tukhachevsky se le parecía acabar ahora tan
cerca de la presa que queria cazar.
Y mientras, Piłsudki
que desde su cuartel de Puławy estaba al tanto de todo lo que ocurría en
Varsovia. Y como había prometido, se puso en marcha el día 15 con 5 divisiones
hacia la capital. La idea era cerrar el cerco contra los rusos, ahora ya era
una carrera para ver quien llegaba primero a su objetivo, a escapar del cerco o
a cerrarlo. Piłsudki lanzo su propio ataque, comenzando por el rio Wieprz. Con
27500 hombres, 950 jinetes, 461 ametralladoras y 90 piezas de artillería era un
refuerzo considerable para expulsar definitivamente a los rusos, y lo hizo de
manera eficaz, barriendo los restos de Varsovia que huyeron a la línea que
ocupaban desde Chłem hasta Białystock. El avance de Piłsudki se pararía en Luków
el 17 de agosto.
Una de las razones
para el triunfo de las fuerzas polacas es el hecho de la falta de coordinación
entre los ejércitos del norte y del sur, así la falta de ayuda de los ejércitos
de Budyonny y Tukhachevsky facilita las cosas a los polacos. Trostky escribiría
que Stalin no podía tolerar el éxito de Tukhachevsky y quería entrar en Lwów al
mismo tiempo que se tomaba Varsovia, según él, Stalin estaba librando su propia
guerra. Sin embargo Stalin entendió la guerra mucho mejor que los miembros del
Politburo en Moscú y Trostky o Tukhachevsky. Lo que el georgiano entendió era
que el frente sur era algo secundario, lo que importaba era la defensa de Rusia
y su revolución y proteger y anexionar Ucrania, autentico granero de Rusia. La
batalla de Brody el 29 de julio con bastantes bajas y con unas líneas de
suministro bastantes largas le hizo ver que todo debería ser tomado y asentado
con tiempo y que Polonia podía esperar y lo que paso los días siguientes lo
demostró.
Con el frente sur
parado, el resultado de todas las operaciones de los días 12 al 18 de agosto
fue el alejar el peligro ruso de Varsovia y devolver la guerra al frente
cercano a la frontera con Prusia. La invasión a Polonia había sido rechazada.
Lo peor de los rusos es que habían perdido 66000 soldados como prisioneros de
los polacos y 44000 cruzaron la frontera con Prusia para ser internados en
Alemania, unas pérdidas que no podían ser recuperadas. Además las líneas de
aprovisionamiento tal como se quejaba Stalin eran largas e ineficientes, el ejército
se encontraba cansado y el no ver la victoria de tomar Polonia era un golpe
moral muy duro para los rusos y estaban ahora psicológicamente en el punto
opuesto de cuando comenzó julio.
Otro de los factores
de la victoria polaca, así como de la consiguiente estrategia de ataque, es que
los polacos lograron interceptar comunicaciones de radio, y no solo
descifrarlas y también interferir en ellas. Muchas veces mandaban mensajes
cifrados con instrucciones erróneas, o volvían a usar claves antiguas, que el receptor
del mensaje no conservaba ya y no podía descifrar. . Por supuesto, esto son
cosas para excusar el fallo de Tukhachevsky. El único que con el tiempo
defendió al general ruso fue Trostky, pero solo con el ánimo de atacar a
Stalin. Pero también hay que decir que Tukhachevsky hizo punto por punto lo que
los polacos, y especialmente Piłsudki pensaban que haría y por eso también
lograron derrotarlo.
Sin embargo el general
polaco tampoco se libró de las críticas, la principal era, y sigue siendo, que
el plan no fue diseñado por el. Aunque en realidad, la ayuda aliada en la
semana previa a la batalla de Varsovia estaban más preocupados en si deberían
de evacuar el país ante lo que parecía la caída más que previsible de la
capital. El embajador británico recibió la negativa directa de Lloyd de no
abandonar la ciudad. Llegando a decir que: “no
sé quién me disgusta más, si los polacos, los bolcheviques o Lloyd George”.
En cuanto a la misión interaliada tampoco ayudaron mucho. Sus comandantes los
generales Carton de Wiart y Radcliffe se les ocurrió la feliz idea de ir con su
coche a la tierra de nadie cerca de Modlin, donde fueron atacados primero por
cosacos y después por polacos pensando que eran comisarios bolcheviques,
escapando por poco en ambas ocasiones.
En cuanto al resto de
los altos mandos de la ayuda militar tampoco es que haya aportado mucho, el
general francés Weygand llego a reunirse con Piłsudki para asumir el mando de
las tropas polacas el 24 de julio, pero ante la replica del polaco de “¿cuántas
divisiones me aporta usted? Desistió de su intento. El problema de Weygand es
que sus consejos eran contradictorios, en julio propuso defender la línea del
río Bug, para a principios de agosto retirarse al Vístula. Weygand era un
general de corte defensivo y eso podía influir en que diera opiniones
diferentes, pero también es verdad que no tenía todas las noticias sobre el
frente, y eso ayudo a que sus relaciones en el consejo de defensa fueran malas,
siendo marginado en las conversaciones ya que se llegaba a hablar solo en
polaco en su presencia. Para más Inri, sus relaciones con Rozwadowski, el jefe
de esa comisión, eran peores que las que tenía con Piłsudki.
Weygand se dedicó
entonces a ser asistente de Sikorski, donde le ayudo a ver las ventajas del río
Wkra. Con todo esto, y tras volver a ser marginado en la reunión del 18 de
agosto, pidió su traslado de vuelta a Paris. Deprimido por todo no entendió
porque en Varsovia en su despedida se le condecoro con medalla de la Virtuti
Militari el 25 de agosto. Tampoco entendió porque en Cracovia al día siguiente
se le agasajo con una cena en el ayuntamiento por parte del alcalde y de la
corporación municipal. Y mas extrañado estaría cuando al llegar al Gare l´Est
en Paris bandas de música le recibieron y allí mismo el residente Millerand le condecoró
con la Legión de Honor. Weygand era el considerado vencedor de la batalla de
Varsovia, era el quien había diseñado el plan que triunfo y expulso a los
rusos.
La razón de esto es
bien sencilla y como siempre es política. Desde el momento en el que la capital
estaba a salvo, la prensa del Partido Nacional Demócrata polaco, los enemigos
de Piłsudki, a través de su periódico Rzeczpospolita iniciaron la campaña para
quitarle méritos al general polaco. Con la campaña de Cud nad Wisla, o milagro en el Vístula, lograron calar la idea en
un país católico que gracias a la intervención divina de la patrona y reina de
Polonia, la Virgen de Czestochowa, que había confundido con su presencia a los
rusos para ayudar a los polacos en la toma de Radzymin se pudo ganar la
batalla. Y si Dios intervino en la batalla, difícilmente podría haber sido Piłsudki
quien ganara la contienda con sus planes. Por parte del gobierno francés, el
hecho de que el embajador polaco en Paris diera la versión de que Weygand había
planeado todo les encanto, sino de que coincidiera con un momento patriótico
como el de la canonización de Juana de Arco le vino de perlas para una campaña
electoral con un uso del catolicismo que les sirvió de mucho.
Gracias a esto Francia
se había convertido en el protector de Polonia, y daba la imagen de que había
hecho mucho más que Reino Unido, teniendo en cuenta además que Llyod George se marchó
de vacaciones a Lucerna el 15 de agosto y que no hizo declaración alguna sobre
la victoria polaca. Además, curiosamente había logrado salvar una posible
crisis ya que los días previos de la batalla se oían rumores de declararle la
guerra a Rusia en caso de que Varsovia cayera, y eso provocaría cambios en el
gobierno, o incluso del propio gobierno. Curiosamente Lloyd no salvo a Polonia,
sino que Polonia le salvo. Irónicamente tendría que dimitir dos años más tarde
por algo parecido, la ayuda militar a Grecia en su guerra contra Turquía y
también la Home Rule irlandesa.
Otro gobierno que
obvio la figura de Piłsudki fue Italia, a través de su presidente Giolitti se felicitó
a Polonia por la victoria pero no al general. Estaba claro que nadie fuera de
Polonia creía que hubiera sido Piłsudki quien ideara el plan de batalla, se
dudaba de su lealtad, nadie lo veía como un patriota polaco, sino como alguien
que cambiaba de lealtades para obtener poder, ya que había estado en el partido
socialista el cual abandono, y que luchara en la Gran Guerra contra la Entente
y ahora estuviera obteniendo su ayuda no gustaba en muchos círculos de poder.
Curiosamente Lenin y Lloyd George tenían la misma idea sobre el general Piłsudki,
curiosamente el Pravda y el Morning Post compartían temática sobre él.
Por tanto la leyenda
de que el plan de batalla fue obra del general francés Weyland y su ejecución
de la mano divina calaron pronto. El general francés ayudo voluntariamente a todo
ello olvidándose del asunto y negándose a hablar sobre su etapa en Polonia.
Solo en sus memorias escribiría al respecto: “La victoria fue polaca, el plan polaco, el ejército polaco”