Una vez mas, puntual a su cita
como representante de Oceanía, la selección de Baloncesto Australiano defenderá
los colores amarillos que caracterizan a los aussies en los eventos deportivos
en los JJOO de Londres.
La relación de los australianos
con el torneo olímpico se podía definir como de amor y odio, capaces de hacer
grandes torneos y un buen papel pero no
obtener recompensa alguna, con el máximo exponente de las Olimpiadas organizadas en su país, las
de Sidney 2000, donde acabaron cuartos tras perder el partido por el bronce
ante una Lituania que casi hace la machada ante USA en las semis.
Pero para llegar al nivel de
selección puntera del baloncesto mundial (entiéndase puntera como una selección
que siempre esta en torneos internacionales y siempre tiene una casi presencia
fija en la fase de cuartos de final) hay detrás un trabajo lento y continuado
de su federación durante muchísimos años, y con dos figuras como máximo
exponente de esta labor, Lindsay Gaze y su hijo Andrew.
Andrew Gaze abanderado australiano en Sidney 2000
El trabajo de Lindsay Gaze,
primero como jugador, y más tarde como seleccionador, es uno de los pilares
para entender a la Australia actual. Lindsay, aunque solo logro participar en
unas olimpiadas como jugador, las de 1960 en Tokio, supuso la primera
participación Olímpica por méritos propios, ya que la primera, era por ser
anfitrión (Merbourne´56). Las actuaciones de Gaze logra popularizar el
baloncesto en la isla continente, donde era un deporte minoritario y muy por
detrás de los deportes más “british” como el rugby o cricket o el autóctono
futbol americano.
Pero es en su faceta como
seleccionador cuando los aussies empiezan a despegar ya por fin en el panorama
internacional, en los JJOO de 1972 solo el averague del triple empate entre
España, Checoslovaquia y oceánicos impide que los australianos lleguen mas
arriba del noveno puesto. En 1976 la mala actuación de la delegación olímpica australiana
menos en el baloncesto hace que los boomers copen las primeras noticias
deportivas en el país, lo que conlleva a un boom del deporte en el país. En Moscú
1980 la historia del triple empate donde salían perjudicados se volvería a
repetir, esta vez con Cuba e Italia de implicadas, un torneo donde Australia
haría buenos partidos y donde incluso llego a ganar a la medallista de plata,
la selección italiana.
Pabulinkas
Los Angeles 84 se puede
considerar el salto adelante del baloncesto Australiano, se logro pasar por fin
a la segunda fase, eliminados en cuartos por la medallista de plata España, y
supuso el debut de Andrew Gaze, la autentica leyenda del baloncesto boomer y
junto con Schmidt el baloncestista con mas presencias olímpicas (5). El debut
de Gaze supone el inicio de la época dorada del baloncesto australiano, durante
su periplo se conseguiría un cuarto puesto en Seul 88, el sexto de Barcelona 92,
otra vez cuartos en Atlanta 96. Y para cerrar el magnifico ciclo aussie
olímpico, Sydney 2000, con otro cuarto puesto. Se puede considerar que este
ciclo tubo un final inmerecido, ya que no cerrar todo este periodo dorado con
una medalla, en unas olimpiadas celebradas en su país, y en lo que suponía la
despedida de Gaze de la selección es algo totalmente injusto para todos los
méritos que habían hecho durante una década.
Los cuatro años previos a Atenas
2004 supusieron una crisis brutal en el baloncesto aussie, donde incluso se vio
superada por la pujanza de la Nueva Zelanda de Pero Cameron, pero esta crisis
fue paliada en medida por la aparición de Andrew Bogut, el pívot NBA, rodeado
de un equipo modesto y totalmente
renovado tras el ciclo de Gaze, el noveno puesto olímpico supo a gloria porque se veían mimbres para
volver a estar en lo mas alto. La mejoría se vio en Pekín 2008 con el 7 puesto.
Andrew Bogut
Para las olimpiadas en la ciudad
británica, los australianos presentan un equipo de mucho físico, pero donde se
ve que no en forma de anotador , un bombardero que dinamite el partido con sus
canastas, curioso en un país que cuenta con dos de los mayores anotadores
históricos de las Olimpiadas, el mítico Andrew Gaze y Palubinskas, aunque es
verdad que tienen al aborigen Patrick Mills como el hombre que puede coger la
batuta encestadora en cualquier momento del partido, no tiene el aura de los
grandes definidores anteriormente mencionados.
Patrick Mills
Aparte del propio Mills, los
aussies presentan un equipo con muchas caras conocidas ya que al menos la mitad
de su equipo juegan o lo han hecho en algún momento en la Liga Endesa ACB.Como equipo a pesar del posible
problema de anotación Los aussies presentan un grupo compensado dentro y fuera.
La batuta del equipo corresponderá la mayor parte del tiempo a Mills, sin
embargo también Matt Dellavedova, puede asumir perfectamente los minutos que le
toque estar en pista, principalmente para dar descanso a Mills. Los escoltas
Mark Barlow y Adam Gibson podrán asumir sin ningún problema el papel de ayuda a
subir el balón si fuera necesario. Los aleros, con la presencia
fundamentalmente del barcelonista Joe Ingles y del también ACB David Barlow
también podrán crear juego desde el exterior, pudiedo jugar de falsos bases
dejando a Mills mas libertad de movimientos jugando como escolta. El tercer
alero en discordia, Mark Worthingthon, intentara aprovechar los minutos que le
dejen Ingles y Barlow.
Joe Ingles
El interior presenta dos hombres
de una calidad muy alta, el jugador del Montespachi David Andersen, que tiene la ultima
oportunidad para hacer un papel destacado en la selección, donde siempre ha
tenido presencias flojas comparándolo con sus papeles en los campeonatos por
clubes que ha participado, y el ex valencianista Matt Nielsen, que aportara inteligencia
al poste bajo. En la rotación de pívots, los australianos contaran con Alex
Maric, y con Aaron Baynes. Estos dos últimos pueden beneficiarse del juego
abierto de Andersen y Nielsen y poder anotar puntos cerca del aro, donde mas
les gusta estar.
David Andersen
El equipo es compensado y
atractivo, básicamente es una continuación del conjunto que estuvo en el
Mundial Turquía 2010, sin embargo se echa de menos la presencia de Andrew
Bogut, el pívot NBA de los Warriors que si bien no ha podido nunca brillar todo
lo que debería por culpa de las lesiones, lo cual no deja de ser una autentica
pena en un jugador como el, supondría una autentica amenaza en la pintura
abriendo mucho juego para el resto del equipo. También se echa de menos la
presencia de Kyle Irvine, el jugador de los Cavs que si bien nacido en
Australia ha vivido siempre en USA. Aunque ha renunciado a la selección aussie,
no ha cerrado del todo la posibilidad de vestir algún día el oro y verde de los
boomers.
Aleks Maric
Encuadrada en el grupo de España, acompañada de China, Brasil, Rusia, Inglaterra, se le presenta un grupo igualado, si bien los Australianos no deberian tener problemas para hacerse con una de las plazas que dan aceso a la segunda fase. El objetivo es evitar lo maximo posible el cuarto puesto de grupo, y yo creo que aunque en un principio es factible, costara mucho trabajo quedar entre los 3 primeros.
Esperemos que los Boomers hagan un buen papel, y si puede ser, que consigan una medalla
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