En el zoo de Edimburgo en los años 50 un oso mira a la gente, de repente alguien le habla en polaco y el oso no solo le mira sino que parece que le entiende, no es raro, el oso entiende esta lengua, pero para saber el porque, habría que ver que es lo que paso en la vida de este oso, llamado Wojtek.
El soldado Wojtek
La historia de el oso Wojtek, esta relacionada con el ejercito de Anders o el segundo ejercito polaco, encuadrado en la II Guerra Mundial, este ejercito, del cual ya hablaremos en otra entrada, se formo con los soldados polacos que fueron enviados a los gulags siberianos tras la invasión soviética de Polonia. Tras el inicio de la operacion Barbarroja, la URSS libero a estos soldados, en total cerca de unos 40.000 soldados y 25.000 civiles, pero como siempre, Stalin no da puntada sin hilo, y les da un tiempo para abandonar el país, o sino serian enrolados en el ejercito rojo a la fuerza. Así pues, este cuerpo armado decidió irse por la via mas rápida, por Asia central, hacia Persia, atravesando el mar Caspio. Así, en barcos cargados de gente hasta arriba, lograron llegar hasta el protectorado de Persia, que estaba bajo tutela inglesa.
Allí, este II Ejercito Polaco, fue acogido y tras descansar, alimentarse, y decidir combatir en la guerra, decidieron ir hacia Africa para ayudar a los británicos contra los Afrikakorps de Rommel. En su camino desde el norte de lo que hoy es Irán, hacia el sur, pasando por los montes Zagros, en el paso entre Hamadasn y Kangavar, la división 22, la de artillería se paro en un pueblo para que los soldados estirasen las piernas, no es cómodo viajar durante horas por un camino de cabras en un camión y encima en aquella época. Allí, dos soldados ven a un chico que tiene una bolsa donde lo que lleva se mueve, curiosos se acercan y le preguntan que llevaba, el chico no habla polaco, y ellos no hablan el dialecto que hablase el chiquillo, así que todo a señas. Lo que tenia el chico era un cachorro de oso sirio de las montañas, el chico, según dijo había encontrado al cachorro en una cueva y que lo mas seguro era que unos cazadores matasen a su madre
El destino de Wojtek cambio radicalmente en ese momento, lo mas seguro era que sin el encuentro con los polacos acabase de oso bailarín, donde se le encadenaría, se le obligaría a estar en sus cuartos traseros provocandole deformaciones, y por no decir que posiblemente podría acabar muriendo de hambre. El caso es que los soldados le querían comprar el oso al chico, pero el no quería, es en el momento en el que le ofrecen una lata de carne estofada cuando el chico decide entonces hacer el trato. El impulso de los soldados es bien recibido en la compañía, es el mas veterano de ellos, de nombre Piotr, quien es el encargado de cuidar al oso. Tenia solo 41 años, por la veintena de la mayoría de los miembros, no solo era el padre, sino que era ademas el que sabia escribir y leer, dando muestra de la generación perdida que la I Guerra Mundial había dejado en Polonia. Este soldado no tardo en hacerse con el cariño de Wojtek, le arropaba en la noche fría del desierto, lo metía en su chaqueta donde hecho un ovillo se dormía, y cuando paseaba por el campamento, si alguien o algo le asustaba corría rápidamente a sus pies como si fuera su madre. No tardo en ir ser el soldado mas popular del ejercito. Fue la compañía quien le dio el nombre de Wojtek, pronunciado como voij chej, y que significa soldado sonriente Y con esas , el ejercito llego a Palestina
En los campamentos de Palestina, Wojtek crece rápidamente, y los soldados le van vistiendo como si fuera un humano mas, pero no solo eso, sino que los jóvenes le enseñan a ir a los tendales para que robara la ropa de las chicas y así estos devolvérsela a la chica y con un Wojtek arrepentido, que no sabia que haba hecho pero si sabia hacer el gesto de arrepentimiento, y entablar conversación con la chica. Otro hecho curioso es que el oso siempre se duchaba con los hombres por su tamaño, momento que en las calurosas tierras palestinas, con temperaturas mas altas de donde era el, agradecía tremendamente. Fue un día que el oso se quedo secándose en las duchas cuando apareció un hombre de detrás de una de las paredes, al aparecer Wojtek le gruño y le atacaba lo que el pobre árabe hizo fue gritar e intentar parar al oso metiéndose en uno de los cubículos de la ducha. El caso es que el árabe era un espía, que se escondía en un doble fondo para escuchar las conversaciones de los hombres. A lo tonto, se había capturado un espía gracias a un plantígrado. Ese día se le dio doble ración de comida y vodka
Pero Wojtek no era el único animal del campamento, en el ejercito británico tenían un dalmata que hacia buenas migas con el oso, y parecía jugar con el una especie de juego del escondite, lo cual hacia que a veces los ingleses o polacos indicasen a sus animales donde estaba el otro. Pero tampoco era el único oso, pero no solo del campamento, sino del ejercito polaco. El 22 regimiento de fusileros de Lwow tenia otro que se llamaba Michael, el problema es que la primera vez que se conocieron, los dos osos lo primero que hicieron fue ponerse a pelear, lo cual hace que se intente siempre mantenerlos separados o cuando tenían que cruzarse que no lo hicieran solos o muy controlados. El caso es que el carácter de Michael era un poco peculiar, los polacos se lo intentaron dar a una compañía de soldados australianos, pero el oso se escapo y acabo volviendo con los polacos. Aunque hay que decir que el peor de todos para Wojtek era un mono, llamado Kaska, que llego al ejercito después de que los polacos de Lwow dieran a Michael al zoo de Tel A Viv, su director en agradecimiento les dio al mono, que parecía tenia un especial gusto por tirarle de las orejas y la nariz al oso.
Tras retirarse Alemania de África, una vez vencidos los Afrikakorps, el ejercito polaco se traslado a Alexandria para embarcar hacia Italia, se quería atacar a Italia y asi conseguir penetrar también por el sur a Alemania. En el puerto, los británicos aplicaban la norma de no subir ningún animal a los barcos. Esto presentaba un problema porque Wojtek tendría que quedarse en Egipto. Pero la solución de los polacos es sorprendente y original, incribirian a Wojtek con soldado del ejercito, tendría su propia cartilla de sueldo, placas identificadoras y pasaporte. La respuesta del oficial británico fue la típica de flema inglesa, pues si es un soldado con todas las de la ley, puede subir al barco, y así fue que Wojtek viajo a Italia, pero ya como un soldado mas
El avance aliado, se vio parado por la linea Gustav, una serie de fortificaciones que los alemanes construyeron en la parte central de Italia, aprovechando la orografía de la zona, entre montañas, ríos, y que se extendía desde el Tirreno hasta el Adriático, con un total de 15 fuertes, defendidos por otras tantas divisiones alemanas y con unas baterías de artillería impresionantes. Pero el punto mas interesante era Monte Casino, ya que este fuerte, en el pueblo del mismo nombre, y con un famoso monasterio benedictino de 1400 años de antigüedad, y con frescos medievales y renacentistas, era importante porque abría la llave de Roma, a solo 80 kilómetros de este pueblo. Aquí es donde entre los refuerzos del ejercito aliado entra en acción el II ejercito Polaco y comienza la leyenda de Wojtek.
Cuando los polacos entraron en combate en abril en un ya destrozado Monte Cassino, donde el aprovisionamiento de balas y alimento debía hacerse con mulas, pero a la zona llegaban en camiones, por lo que se descargaban las cajas y luego se llevaban a las mulas. En una de estas zonas de carga, en la polaca, se acerca Wojtek, y viendo a sus compañeros, se alza sobre sus dos patas traseras, y se acerca al camión con los brazos extendidos, pidiendo que le den cajas porque quiere ayudar. Es esta imagen, la que acaba siendo el símbolo del II ejercito polaco en la guerra, la de Wojtek llevando una pieza de artillería. Cuando en mayo, la bandera polaca ondeaba en la cima de Monte Cassino, Wojtek era ya el soldado mas famoso del frente italiano, y lo que mas sorprende a la gente es que el oso nunca se asusto de los sonidos de la guerra
Pero acabo la guerra, y tras la nueva redefinición de fronteras, muchos polacos se sintieron traicionados. Estos polacos que no quisieron volver a Polonia que ya estaba claramente bajo la órbita soviética, decidieron ir al reino unido, y de allí los enviaron a los campamentos de refugiados polacos que ya existían en Escocia. Uno de estos polacos era Wojtek. Allí, donde el oso estuvo desde 1945 hasta 1947, se vio sorprendido por una gente que hablaba raro, pero a la cual le hacia gracia sus bailes, los cuales no dudaba en imitar y mas de una vez sorprendió al unirse a los grupos de baile escoceses en esas fiestas de confraternizacion escocesa-polaca
Claro que una cosa es tener en el jardín de tu casa un perro y otra muy distinta un oso. Y ademas no solo eso, si que poco a poco los campamentos polacos se fueron desalojando, bien porque muchos volvían a Polonia o bien porque se decidían a buscar fortuna en alguna parte del mundo. Así pues, se empezó a pensar que hacer con Wojtek, una de las idea era llevarlo al zoo de Varsovia, pero se desecho por la posible propaganda soviética que podrían hacer del plantígrado. Al final, la solución dada fue la de trasladarle al zoo de Edimburgo, y eso ocurrió un 17 de Noviembre de 1947. Wojtek no se encontraría a gusto del todo, si bien no estuvo nunca melancólico, aunque como dijo en mas de una ocasión el director del zoo, Thomas Gillespie, es raro ver a un animal que en su época de libertad esta confiando en una caja.
Wojtek recibiría la visita ocasional de polacos en el zoo, lo cual alegraba su carácter al oír esta lengua, sin embargo, lo mas curioso fue la amistad que hizo con un pingüino que llevaba en el zoo desde 1913, llamado King Penguin. Finalmente, Wojtek moriría en diciembre de 1963, a la edad de 22 años. Si bien su figura fue poco a poco olvidándose, y eso a pesar de la placa erigida en su memoria y onde en su ceremonia inaugural acudieron muchos de sus compañeros de armas, es a partir de 2011 cuando se empieza a impulsar de nuevo, varios grupos de historiadores polacos, así como descendientes, instan al gobierno polaco y al escoces a acordarse de la figura del oso, aunque de momento es solo en tierras británicas donde el oso tiene un reconocimiento en forma de estatua en el zoo de Edimburgo y otra en el Imperial War Museum de Londres y otra en el de Ottawa
Y así fue la vida del soldado mas peculiar de la II Guerra Mundial, un héroe de guerra que empieza a surgir poco a poco de su olvido